"Apuntes para una historia del movimiento estudiantil de la ciudad de La Plata. 1966-1973."
Pablo A.Bonavena
-I-
El día del golpe que derrocó al Dr.Illia, en horas de la madrugada, efectivos policiales ocuparon las instalaciones de la Universidad Nacional de La Plata. Esto ponía en evidencia que la fuerza golpista esperaba resistencia activa en este ámbito habida cuenta de que el movimiento estudiantil se encontraba en un momento de alza en sus luchas alrededor de la reivindicación de mayor presupuesto y en solidaridad con la clase obrera. Sin embargo, la resistencia concreta se redujo a la acción de dos pequeños destacamentos, uno ligado al Partido Comunista y otro vinculado al partido desplazado del gobierno, frenándose el plan de acción del con-junto del movimiento estudiantil. En efecto, el grueso de las organizaciones estudiantiles acotó su intervención únicamente a declaraciones contra el golpe en una defensa genérica de las libertades públicas, de la democracia representativa y especialmente de la autonomía universitaria. Este último tema fue el que motivó la mayoría de los pronunciamientos, ya que los rumores sobre una intervención a las universidades eran crecientes, y la adscripción al Reformismo mayoritaria.
Un mes después, cuando se concretó la intervención con el decreto 16.912 la situación cambió considerablemente. El movimiento estudiantil se movilizó mayoritariamente en defensa de la autonomía y demás postulados reformistas, llevando a cabo importantes acciones de masas, esto es, por fuera del marco jurídico-institucional, como ocupaciones, huelgas y luchas callejeras. Uno de los temas que ordenaba la lucha teórica en relación a la intervención pasaba por la cuestión del "marxismo". En qué sentido? Las agrupaciones que apoyaban el decreto 16.912 argumentaban que éste terminaba con el reformismo que al desjerarquizar la universidad favorecía al marxismo. Por el contrario, la mayoría estudiantil, expresada organizativamente en el Reformismo Auténtico/ FULP, sostenía que dicho decreto tendría ese efecto, en tanto que el "reformismo" era el que ponía freno al marxismo y "otros totalitarismos". Otro asunto muy importante hacía a las distintas maneras de enfrentar la intervención. En este sen-tido, las posiciones se polarizaban en dos grandes tendencias que incluso cruzaban el interior de las distintas organizaciones; los que planteaban la contienda frontal (FULP y grupos marxistas) y los que proponían una posición más negociadora y dialoguista sobre la base del respeto de la autonomía (por ejemplo, los centros de estudiantes de Veterinaria y Derecho). Esta situación fue generando crisis y divisiones en muchos de los nucleamientos estudiantiles, aunque también convergencias.
No obstante estas circunstancias, la lucha estudiantil en la UNLP alcanzó gran vitalidad, involucrando a integrantes de la Regional de la Universidad Tecnológica Nacional y secundarios. Sobre un total de 692 acciones estudiantiles de masas durante el período que va desde el golpe y hasta el fin de ese año, 107 se sucedieron en la ciudad de La Plata (15,46 %). Muchas de ellas trasvasaron los límites de las organizaciones "tradicionales", agotando concepciones reformistas que aceptaban a la universidad como una "isla democrática" dentro de un orden social injusto y antidemocrático, socialcristianas inscriptas en el apoliticismo y formas organizativas de carácter corporativo, en la línea de una creciente politización que asumía fuertes connotaciones antiimperialistas, antidictatoriales y, en menor medida, socialistas. Además, se consolidó la conciencia sobre la necesidad de componer fuerzas con otras fracciones sociales y especialmente con la clase obrera. Frente al paro nacional del 14 de diciembre decretado por la CGT, la FULP llamó a la unión obrero estudiantil argumentando que "superar pasados desencuentros es una obligación para las organizaciones de ambos sectores y la innegable existencia de objetivos comunes debe manifestarse a través de hechos concretos como el apoyo al paro obrero del miércoles próximo"; a su vez, un tiempo antes, las "62 de Pie" de La Plata, Berisso y Ensenada habían sostenido que "la defensa de la autonomía por parte de calificados docentes y la inmensa mayoría de los estudiantes y sus organizaciones innegablemente representativas, es justa y debe merecer la solidaridad popular".
-II-
A pesar de la alta combatividad, como ocurrió en todo el país, los estudiantes fueron derrotados: la intervención logró consolidarse. Esta realidad se vió con claridad durante el año 1967. El movimiento estudiantil universitario platense se recluyó en el planteo restringido de reclamos inmediatos y corporativos. El retraimiento estudiantil sólo se vió alterado a partir de tres grandes cuestiones. Una de ellas fue el intento de traspaso de los establecimientos secundarios de la UNLP al Ministerio de Educación, resistido centralmente por los estudiantes secundarios acompañados de comisiones de padres, ex-alumnos y parcialmente por los alumnos universitarios. Otra, la nueva Ley Universitaria enfrentada, a fines de abril, con un paro convocado por la FULP. Por último, los homenajes a la Reforma Universitaria y Santiago Pampillón. En total se concretaron 26 acciones de masas que también involucraron los alumnos de la UTN y secundarios y sólo una se realizó conjuntamente con organizaciones obreras. Esta parálisis del movimiento, obviamente, preocupaba a las direcciones estudiantiles. En tal sentido, por ejemplo, la Franja Morada (FM), integrada por radicales y en menor medida socialistas y anarquistas, caracterizó este año como un "largo período signado por el fracaso" explicando que el mismo era causado por la distancia que existía todavía entre la clase media y los trabajadores "a pesar de los muchos intereses comunes que poseen".
-III-
En el transcurso del año 68 la tendencia empezó a revertirse. La dictadura aprobó los estatutos de todas las universidades, y fue en la UNLP donde con más determinación se intentó aplicar los nuevos lineamientos, hecho que revitalizó la disposición estudiantil para el combate como se evidenció, en junio con la lucha que se estructuró en torno al homenaje a la Reforma del '18. La misma se materializó a través de un paro con parcial acatamiento (entre otras causas, por la no adhesión del peronismo) y una movilización por las calles del centro de La Plata, Berisso y Ensenada, donde los estudiantes pusieron en práctica acciones sorpresivas de gran movilidad, rapidez y violencia material, varias de ellas nutridas con la concurrencia de obreros industriales (especialmente con la Intersindical de La Plata, Berisso y Ensenada). A principios de julio, la disputa se dió alrededor del repudio de la Ley Universitaria y el cierre de la Facultad de Arquitectura. El día 5 los estudiantes levantaron barricadas en las adyacencias de los locales universitarios, ocuparon algunas instalaciones tomando a varias autoridades como rehenes, generalizándose duros choques con la policía, que era agredida desde la planta alta con baldosas y bombas molotov. El saldo de la lucha fue de 540 estudiantes detenidos y varios policías heridos. Como respuesta a los incidentes, las autoridades cerraron la Universidad hasta el día 15 del mismo mes, suspendieron a varios estudiantes y clausuraron los centros de estudiantes. Por su parte, los estudiantes de Medicina declararon un paro contra la represión que se extendería hasta el 22 de aquel mes cuando una asamblea a expensas de profesores y la base estudiantil, contra la opinión del centro de estudiantes que gritaba "traición", levantó la medida. En septiembre se elevó nuevamente la lucha al conmemorar otro aniversario del asesinato de Pampillón conjuntamente con la CGT "A", donde los estudiantes huelguistas pusieron en funcionamiento piquetes para garantizar el plan de acción que tuvieron como resultante enfrentamientos directos con miembros de la agrupación Tacuara que operaba a instancias de autoridades universitarias. Resumiendo, durante el transcurso del año se sucedieron 69 hechos de masas, que además de las cuestiones mencionadas involucraban la crítica a los planes de estudio vigentes, a docentes y funcionarios universitarios, el apoyo al plan de lucha del SUPE, la oposición a medidas represivas y limitacionistas, entre otras reivindicaciones. Todas estas acciones denunciaron un incremento en el ejercicio de la violencia material directa por parte de los estudiantes, alcanzando un nivel de politización en la línea del logrado a fines del '66.
-IV-
El '69 sería un año intenso, como lo fue en todo el país. A principios de año la FM era la mayoría en la FULP y la FAUDI (tendencia mayoritaria de la FUA) la primera minoría. Por fuera de la FULP se encontraba, entre los agrupamientos más destacados, los Grupos Universitarios de Liberación (GUL) y la peronista Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN). Todas estas organizaciones, junto a los centros de estudiantes, impulsaron en marzo la lucha contra las restricciones en el ingreso a la universidad logrando algunas acotadas concesiones de la dictadura. El importante activismo que suscitó esta luchas, se profundizó durante mayo al compás de los enfrentamientos en Corrientes, Chaco, Rosario y Córdoba. En presencia de estos acontecimientos, el 16 de mayo, la FULP convocó a una reunión a la que asistieron delegados de todos los centros de estudiantes. En su transcurso se produjo una división en la FM y quedó la FAUDI (que sugería imprimirle a la lucha un carácter más agresivo y violento) como la representante de una sola tendencia dentro de la FULP. El resto de las agrupaciones llamaron a formar una Coordinadora Intertendencial con el objeto de unificar al movimiento, meta que no se logró a pesar de las presiones de la base. Más allá de estas circunstancias, los estudiantes hicieron paros y se movilizaron por las calles con ataques a bancos y organismos estatales. Para garantizar la organización se conformaron "comités de resistencia" por Facultad y en la lucha callejera la táctica utilizada consistió en el hostigamiento en pequeños grupos en todo el radio céntrico con el levantamiento de barricadas con el uso de bombas molotov y todo tipo de proyectiles. El elevado grado de organización puesto en práctica evitó las detenciones policiales. Frente a estos hechos la CGT "A" guardó silencio y los apoyos llegaron de ATE, trabajadores de Gas del Estado, de la Unión Ferroviaria y de vecinos. No obstante este abstencionismo, el movimiento estudiantil local se sumó al paro nacional de ambas CGT del día 30, acompañándolo con manifestaciones y barricadas. En junio, se recordó nuevamente la Reforma con actos en locales universitarios que fueron ocupados, complementados con manifestaciones callejeras donde arrojaron molotov y cruzaron autos en la calzada para interrumpir el tránsito. Para fin de mes, las acciones reprobaron la visita al país de Rockefeller con hechos aislados de violencia contra la policía. En julio la FULP ratificó su solidaridad con los paros convocados por ambas CGT logrando una muy alta adhesión, impulsando actos relámpagos, marchas y la ocupación de la Facultad de Derecho; en agosto se sumó a la huelga convocada por el grupo sindical de los "20" siendo parte de los actos relámpagos de los obreros. En septiembre, para homenajear a Pampillón, la FULP decretó un paro con el apoyo de los estudiantes secundarios y organizó un acto junto a la CGT "A" que generó enfrentamientos callejeros con la policía, ataques sobre la Casa de Gobierno y a las delegaciones de los diarios "La Prensa" y "La Nación". Este tipo de acción conjunta con esa entidad gremial se repitió hasta finalizar el mes.
Como manera de frenar esta escalada y neutralizar la sostenida alianza obrero/estudiantil, en octubre, el gobierno ensayó una argucia "participacionista" de gran magnitud con algunas concesiones que incluso contemplaban elecciones de claustros; la táctica del movimiento estudiantil ante la maniobra sería finalmente la "abstención revolucionaria" luego de debatir distintas alternativas como el voto el blanco (FAUDI, FJC y sectores peronistas) o la presentación en los comicios llevando "delegados combatientes" (sectores trotskistas). La respuesta abarcó, además, la realización de paros que apoyaban también reivindicaciones de los trabajadores no docentes, reclamaban la libertad de los presos políticos y la solución de todas sus exigencias. El total de acciones de masas durante el '69 fue de 103, lo que no sólo significaba un aumento en número respecto del '68, sino que por su dimensión e intensidad lo era también de tipo cualitativo, expresando una consolidación en la determinación de vincularse al movimiento obrero y en el desarrollo de la guerra de guerrillas de masas.
-V-
En los primeros meses del '70 se concretó el regreso de la FULP a la FUA luego de 10 años de alejamiento. Desde la primer semana de febrero la lucha estudiantil en la UNLP se orientó en contra del sistema de ingreso. Durante marzo y abril la movilización por esta causa se incrementó destacándose, por un lado, el poder de convocatoria de FM y su insistencia en la vinculación con la clase obrera a partir de acciones concretas (llamó a realizar un par de huelgas al respecto); y por otro, el nivel de violencia material y grado de organización desplegado por la FAUDI y la FURN en la lucha callejera. De cara al primer aniversario del "cordobazo" tanto la FURN como la FULP dispusieron planes de lucha que además de rememorar el hecho expresaba el repudio a la política del gobierno. Estas iniciativas se combinaron con otras impulsadas por los centros de estudiantes a partir de reivindicaciones particulares y de los trabajadores no docentes, sucediéndose así, durante todo el mes una gran cantidad de huelgas y otro tipo de acciones derivando en intensos choques callejeros con las fuerzas represivas que incluyeron ataques contra distintos blancos. El día 30 se produjo un hecho que generó gran conmoción. Manos anónimas atentaron con explosivos contra el local del Centro de Estudiantes de Ingeniería, ubicado en 47 entre 1 y 115; la entidad agredida explicaba que el atentado se fundamentaba "en el hecho de ser el CEILP el único centro de reunión de todos los estudiantes de la UNLP y de los representantes del movimiento obrero" y la mayoría de los estudiantes señalaban que el mismo iniciaba, por parte de la dictadura, una etapa de ejercicio del terror y la provocación a partir de grupos paramilitares "en la búsqueda de paralizar la organización independiente y de clase del movimiento obrero y la ligazón a éste del movimiento estudiantil en un frente obrero/estudiantil orgánico", como apuntaba el Movimiento de Acción Programática. Lejos de amedrentar, el atentado generó múltiples pronunciamientos y actos de repudio; nuevamente piedras y molotov contra la policía en las calles platenses. Cuando la lucha se generalizaba, el 8 de junio, las autoridades decretaron asueto e intentaron clausurar la UNLP debido al golpe de estado en marcha que llevaría a la presidencia de la Nación al gral.Roberto Marcelo Levingston. Los estudiantes impidieron la maniobra ocupando las instalaciones. Alrededor de las 18 horas efectuaron un acto/asamblea y se dividieron en dos grupos; uno se quedó en la Universidad y otro trató de organizarse en columnas para recorrer el centro de la ciudad siendo atacado con gran cantidad de gases lacrimógenos por la policía. Los estudiantes agredidos se replegaron dentro del local y llamaron al rector doctor Gatti para gestionar la libre salida del mismo sin intervención policial. Con la presencia del funcionario y en un clima de gran confusión, los estudiantes lo "derrocaron" nombrando al ex-rector Ingeniero Carlos Bianchi "de facto" titular de la UNLP, que sin embargo admitía que su intervención era de carácter personal. Finalmente, se formó un "comité de emergencia" (integrado por la FULP, varios profesores, Carlos S.Bianchi y graduados) para asegurar la apertura y funcionamiento de la Universidad y luego de la retirada policial los estudiantes abandonaron el establecimiento. Al día siguiente se normalizó la actividad y en horas del mediodía, en el marco de una numerosa y tensa asamblea, en el edificio central de la UNLP, se produjo un breve intercambio de golpes entre estudiantes de izquierda que criticaron al peronismo y la FURN; se impuso la decisión de mantenerla abierta y desarrollar un plan de acción que contemplaba un homenaje a la Reforma del '18 apoyado por la FULP, FM, la TERS, la FAUDI y el MOR, con la oposición de la FURN. La situación también era muy tensa en la Regional de la UTN, donde los estudiantes realizaron un paro total el día 16 solicitando el alejamiento de varios profesores. Sobre finales del mes la FULP impulsó, para revitalizar el movimiento, la reorganización de los centros de estudiantes que no renovaban autoridades desde hacía 2 y 3 años; también propulsó acciones para repudiar el nuevo aniversario del golpe. No obstante, la atención se dirigió hacia la Facultad de Derecho ya que en agosto apareció un grupo de la CNU que atacaba sistemáticamente a los miembros del centro de estudiantes, especialmente a los integrantes de la minoría nucleados en la TAR; las confrontaciones derivaron en enfrentamientos que incluyeron el uso de armas blancas y de fuego, que provocarían la suspensión de las clases. En septiembre se activó el estudiantado de la Universidad Católica, naciendo una coordinadora en la Facultad de Derecho que solicitó la renuncia de las autoridades por carecer de jerarquía académica. En octubre, el blanco del repudio fue el capitán Ingeniero Alvaro Alzogaray, cuando éste intentó brindar una conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas y un piquete de alumnos lo impidió arrojando sillas, huevos, pintura y tomates, mientas volcaban el auto que lo había traído y golpeaban a su acompañante que quedó herido en la cabeza. En definitiva, los estudiantes en el decurso del año concretaron 105 acciones de masas.
-VI-
El año '71 fue el de mayor actividad del movimiento estudiantil en el período que consideramos con 141 acciones de masas que empezaron orientándose al rechazo del sistema de ingreso. En efecto, el estudiantado local combatió decididamente contra el limitacionismo con manifestaciones y tomando las Facultades de la UNLP y la sede de la UTN, logrando, como también pasó en el resto del país, importantes triunfos al quedar abolidos cursos de ingreso y obtener la promoción sin examen, así como el uso para los ingresantes del comedor universitario. Al calor de estos sucesos se constituyeron cuerpos de delegados de ingresantes que cumplieron un rol fundamental para lograr la masiva movilización, en el marco del plan de lucha dictado por la FULP y la FUA. En marzo, cuando llegaban las noticias de los hechos conocidos como el "viborazo", los estudiantes platenses redoblaron su esfuerzo militante ganando las calles con barricadas y ataques contra el Jockey Club, bancos, empresas y comercios, secundados por la CGT "A", ATULP y el Sindicato Unico de Publicidad. Este ascenso en la lucha fue contestado con masivas detenciones, secuestros y allanamientos. Especialmente le preocupaba a los estudiantes un supuesto documento del Ministerio de Educación (atribuido al Coronel Babini) que solicitaba a todos los rectores un informe detallado sobre las distintas tendencias que actúan entre los estudiantes y la individualización de "agitadores". En este marco se desarrolló una muy rica experiencia en la Facultad de Arquitectura iniciándose un proceso de organización y movilización de base por curso contra la represión. Donde también se conformó un cuerpo de 30 delegados fue en la Facultad de Ingeniería pero a partir del cuestionamiento a la conducción del centro de estudiantes (en manos de la anarquista ALU) por mal manejo de fondos. En mayo, los movilizados fueron los estudiantes secundarios contra la reforma educativa, calificada de "arbitraria y antipopular", que constituyeron una comisión de lucha para apoyar a los docentes que se oponían a la misma. En junio, en Veterinaria, los estudiantes ocuparon las instalaciones reteniendo al decano Guillermo Gallo como rehén (se fugó en un descuido) exigiendo la reforma del plan de estudios; la crisis generó la renuncia de las autoridades. En Derecho, los estudiantes abortaron una conferencia del ex-Ministro de Onganía, Guillermo Borda, alentados por la FURN, FULP y FUA, cuando irrumpieron en el salón donde tenía lugar reprochándole el asesinato de Pampillón al tiempo que le arrojaban huevos y tomates, un manifestante le aplicó un puñetazo quedando su rostro ensangrentado. Estas iniciativas se sumaban a los planes de lucha de los alumnos de Odontología, Ingeniería, Agronomía, Derecho y una nueva recordación de la Reforma en Económicas a expensas de la FULP. Pero el hecho más significativo se produjo en relación a la huelga de los trabajadores de la Petroquímica Sudamericana. El 29, después del mediodía, la policía intentó desalojar a los estudiantes y obreros de la citada empresa que se encontraban en el Comedor Universitario esgrimiendo como pretexto la supuesta colocación de una bomba, produciéndose incidentes que se expandieron por distintos puntos de la ciudad, con la rotura de las vidrieras del diario "El Día". A las 17 horas los estudiantes se atrincheraron en los edificios de Arquitectura e Ingeniería, mientras unos 1.500 levantaban barricadas en un radio de 24 manzanas con el aporte de los vecinos, tomando policías como rehenes siendo uno de ellos canjeado por un manifestante detenido. En la zona del Mercado, llena de pensionados, la policía disparó sus armas reglamentarias contra uno de ellos y logró varias detenciones a pesar de que allí los estudiantes habían consolidado un verdadero bastión defensivo arrojando ácido y proyectiles desde las azoteas. Por el cariz que tomó la situación, un grupo de obreros de la Petroquímica se movilizó en apoyo a los estudiantes. Ahora con más fuerza, se generalizaron las luchas callejeras con barricadas y ataques contra negocios. En horas de la noche, se reunieron varias tendencias estudiantiles y el Comité de Huelga de Petroquímica para discutir los pasos a seguir. Al día siguiente las autoridades de la UNLP decretaron asueto y clausuraron el comedor, mientras se concretaba una nueva reunión entre estudiantes y el Comité de Huelga; la TERS abogaba por la realización de un gran acto y otras tendencias, vinculadas a concepciones de guerra larga y prolongada, propusieron pequeños actos en distintos puntos de la ciudad, modalidad que se impuso durante toda la jornada con fogatas, barricadas, la ocupación de la Facultad de Ciencias Exactas (asaltada por la policía con una verdadera lluvia de gases lacrimógenos) y el ataque con piedras a una estación de servicio Shell en 7 y 45. El primero de Julio se reanudaron las actividades en la UNLP y el comedor recuperó su funcionamiento. Por su parte, obreros textiles sumaron su solidaridad a los de la Petroquímica rompiendo su aislamiento, ya que hasta la fecha los únicos que habían apoyado, económica y físicamente, a los huelguistas habían sido los estudiantes. La lucha teórica al interior del movimiento estudiantil para dar una dirección a este conflicto se tornó sumamente intensa, reconociéndose dos líneas. Por un lado la sustentada por FAUDI, FURN y TAREA que propugnaban manifestaciones callejeras, línea que se impuso; y, por otro, la impulsada por la TERS que calificaba de "petardistas" a sus oponentes por no plantearse como masificar la lucha proponiendo sistemáticamente "salir a la calle". El 2 de julio se sucedieron acciones callejeras que empezaron cuando, luego de una asamblea en el Comedor Estudiantil en horas del mediodía, unos 300 estudiantes partieron en manifestación hacia el centro levantando barricadas junto con trabajadores de la Petroquímica; antes de llegar a la Plaza San Martín la policía los reprimió; en 77 y 4 armaron nuevamente barricadas con residuos y atravesando automóviles, lo mismo hicieron en las calles 4, 45, 46, 47 y 48. En 48, entre 5 y 6, rompieron los cristales del edificio de IBM. Alrededor de las 14 horas volvió la calma, cuando unos 600 manifestantes se congregaron en la Facultad de Arquitectura para realizar una asamblea, donde la FAUDI repartió volantes explicando como hacer molotov y miguelitos proponiendo, también, organizarse permanentemente en grupos de cinco, con elección de delegados de curso como coordinador y dirección. En horas de la noche, luego de otra asamblea en Humanidades, se concentraron en 48 y 3 donde hicieron estallar bombas de estruendo; cuando la policía los dispersó se reorganizaron en 8 y 44 para dividirse en dos grupos, uno destrozó la vidriera de la Mercedes Benz en la calle 44, el otro grupo se dirigió hacia las inmediaciones de la estación de ferrocarril siendo reprimidos por la policía en la diagonal 80. Al otro día, la ciudad amaneció con una inédita presencia policial y del Ejército (cuyo despliegue creó rumores de golpe de estado) en las calles buscando evitar el acto obrero/estudiantil programado. Promediando la mañana, los estudiantes ocuparon la Facultad de Medicina tomando como rehenes a cuatro profesores, que fueron liberados al otro día luego de negociaciones encaradas por el cuerpo de delegados. Al mediodía hubo corridas y choques aislados frente al comedor universitario. Recién a las 19,30 horas se concretó un acto relámpago en 12 y 58 de los estudiantes y obreros de la Petroquímica, atacando con proyectiles vidrieras y autos. En las primeras horas de la noche llegaron 600 policías de la Capital Federal. El 5, al mediodía, en momentos en que se encontraban almorzando unos 2.000 estudiantes en el Comedor Universitario se hizo presente un control policial, lo que originó refriegas. Los estudiantes (destacándose en activismo de FM, GEA -maoistas- y FAUDI) levantan barricadas en las adyacencias del comedor, sosteniendo una profusa pedrea contra la policía que respondía con el lanzamiento de gases lacrimógenos y vomitivos. Los incidentes duraron hasta el otro día. Por la tarde, en los jardines del comedor universitario, se hizo una asamblea donde se produjeron enfrentamientos entre miembros de FURN y sectores de la izquierda, especialmente de FAUDI y la TERS. El 7 se realizó una asamblea conjunta de obreros de la Petroquímica y estudiantes de Económicas para luego marchar por el centro; también se concretó un acto de FURN y TAR, que a pesar de sus diferencias estratégicas convergían por levantar el planteo de la lucha armada, con obreros de la Petroquímica así como una manifestación de los alumnos de Humanidades y Arquitectura en repudio a la ley 19.081. La dictadura replicó con una fuerte represión combinada con atentados, secuestros, allanamientos en los domicilios de activistas, detenciones arbitrarias y otras medidas tendiente a evitar lo que se anunciaba como un "platazo", en analogía al "cordobazo". Gran parte de la lucha estudiantil se orientó, hasta fin de año, "contra el auge represivo en la ciudad" organizando "juicios políticos a la represión" y otras medidas junto con la Asociación Judicial y obreros de la Petroquímica; la jornada de lucha más significativa en esta vección se produjo el 14 de octubre. Durante todo el día los alumnos de la UNLP se mantuvieron en estado de asamblea permanente repudiando la represión y reclamando la libertad de los presos políticos con un plan de acción que incluyó una manifestación frente al rectorado exigiendo a las autoridades que se interesen por los alumnos detenidos. A las 16 horas, los estudiantes de Ciencias Exactas ocuparon el edificio. Casi dos horas después, en la esquina de 47 y 1 varios estudiantes empezaron a pedir, a transeúntes y automovilistas, una contribución solidaria con los detenidos. En ese mismo momento se desarrollaban asambleas en Química, Ciencias Exactas, Ingeniería, Física y Arquitectura. Unos minutos después, la policía inició una primera ofensiva para dispersar a los estudiantes concentrados en 47 y 1, siendo recibidos con piedras. Los manifestantes se replegaron hacia la ocupada Facultad de Ciencias Exactas; en su rauda retirada cruzaron vehículos en 115 y 47, encendieron fogatas y construyeron barricadas. Al rato la policía inició una segunda intentona que también fue rechazada con miles de proyectiles y un carro de asalto quedó semidestruido por una molotov. Luego de 2 horas de combate, la policía efectuó un tercer ataque de una dimensión nunca vista en la ciudad con 700 bombas lacrimógenas y una gran cantidad de efectivos, logrando cercar a los estudiantes y quebrar momentáneamente su resistencia; sin embargo, operando sorpresivamente con pequeños grupos y hostigando la retaguardia policial con piedras y otros elementos contundentes sin que faltaran golpes de puño, lograron romper el cerco; el enfrentamientos cubrió 125 manzanas, pero el epicentro de la lucha y la zona de barricadas comprendía unas 60. Simultáneamente, a las 20,15 horas, la policía irrumpió en el comedor estudiantil arrojando gases lacrimógenos para desalojar a los casi mil comensales presentes, los estudiantes rompieron con sillas y mesas los vidrios para atenuar el asfixiante ambiente y escapar. La caballería realizó una redada por los bosques, deteniendo a unos 200 estudiantes. Quedaron como saldo de casi cuatro horas de incidentes 3 policías con quemaduras por las molotov, 12 alumnos heridos y muchas casas y autos con los vidrios rotos, miles de piedras por las calles, barricadas y fogatas. Todos estos hechos fueron acompañados por una polémica entre las direcciones, y en mucha menor medida en la base estudiantil que expresaba fastidio en las asambleas por la misma, sobre las maneras de auto-organización del estudiantado. Pasando revista sobre las alternativas del debate podemos señalar que en Arquitectura, se discutía en torno a la necesidad de conformar un organismo único para dirigir la agitación estudiantil, las fracciones "guevaristas" proponían una coordinadora a tal efecto pero era cuestionada por los peronistas; los reformistas, en cambio, instaban a la formación de un centro de estudiantes. En Ingeniería la forma organizativa que se consolidó provisoriamente en la etapa de mayor movilización fue el cuerpo de delegados frente a la comentada crisis del centro de estudiantes; sin embargo, perdió inmediatamente inserción entre el grueso del alumnado, situación que se agudizó a partir de la no existencia de una posición unánime sobre el modelo de organizativo; los peronistas renegaban del centro caracterizándolo de irrepresentativo mientras la izquierda sostenía la necesidad de estructurar un organismo directivo junto al cuerpo de delegados. En Humanidades se practicó una modalidad de asambleas de docentes y estudiantes, reemplazando hasta el mes de octubre al centro de estudiantes que no funcionaba; FM, que había ganado las últimas elecciones bregaba por la institucionalización de un cuerpo de delegados de cursos como único organismo conductor, anunciando su abstención en los comicios para elegir autoridades de centro de estudiantes. Donde se consolidó un sólido cuerpo de delegados fue en la Facultad de Ciencias Naturales que mostraba una alta capacidad de movilización. A nivel de la FULP, en septiembre, se produjo una crisis. Su presidente, José María Méndez, ofreció su renuncia para permitir la constitución de una nueva mesa directiva en la que participen todas las tendencias que actuaban en la UNLP, haciendo contactos con FAUDI y el MOR. En ese momento la Federación estaba conducida por FM (con gran ascendencia en Derecho, Ciencias Económicas y Agronomía) y la crisis obedecía a su radicalización interna. La FAUDI era la segunda fuerza y controlaba los centros de Medicina, Ciencias Exactas y Humanidades, además del cuerpo de delegados de Ingeniería. El Reformismo tenía representación en todas las Facultades y controlaba el centro de estudiantes de Veterinaria. Más allá de todas estas alternativas, y sin lograr ninguna síntesis teórica sobre la cuestión de la auto-organización, se celebraron elecciones de centro tal como lo había propuesto la FULP. A las mismas concurrieron raudamente la mayoría de los agrupamientos con la auto-exclusión del peronismo. En Ingeniería votó el 15 % del alumnado, imponiéndose FAUDI con 232 votos, seguida de la Tendencia Estudiantil Antiimperialista (trotkistas) con 199 y los Reformistas con 45. En Medicina, la FM no se presentó a elecciones de Centro por sus divergencias internas imponiéndose AREM/FAUDI con 629 votos lo que le permitió retener la conducción seguida por el MOR (PC) con 243 votos. En Humanidades se impuso FAUDI con 108 votos, seguida por el MOR con 86 y AUN con 44. En las elecciones en el Centro de Estudiantes de Agronomía votó el 70 % del alumnado ganando la FM con 424 sufragios, en segundo lugar quedó AUN con 96 y último el MOR con 59. En Ciencias Exactas sufragó el 40 % de los estudiantes imponiéndose la Agrupación Universitaria para el Cambio 397 (socialcristianos, nucleamiento formado una semana antes de las elecciones), el segundo lugar fue para el MOR con 191 y cerró el Frente de Izquierda con 106 (insurreccionalistas). En la Facultad de Ciencias Económicas triunfó la lista Renovación con 152 votos (radicales de FM) y la otra lista, el Movimiento Revolucionario 8 de Octubre obtuvo 98. En la Facultad de Derecho la Lista Renovación (FM) sacó 535 votos contra 418 del Frente Estudiantil Liberación (socialistas).
-VII-
Ya desde el mes de enero del '72 se reiteró la lucha contra el sistema de ingreso. Para desarrollarla, en las facultades donde los centros de estudiantes eran controlados por la FAUDI se estimuló la conformación de cuerpos de delegados. En cambio, en Arquitectura, desde el cuerpo de delegados se propició la reorganización de un "centro único" pero manteniendo la estructura de los delegados. La FAUDI señalaba que la lucha por el ingreso estaba asociada al desalojo de la dirección de la FULP/FUA por responder al sector pro-Hora de los Pueblos, añadiendo que "la lucha por una dirección revolucionaria para la FULP es parte de la renovación general de los centros, dando paso a distintas formas de democratización, ante todo a los cuerpos de delegados". Por su parte, las agrupaciones ligadas a la FULP/FUA respondían que la actitud de FAUDI era divisionista llamando a los estudiantes del ingreso a organizarse en los centros de estudiantes, cuerpos de delegados con representantes por cursos y la FUA, también a coordinar su acción con los estudiantes de la UTN. Estas direcciones encontraban eco sólo en una fracción de los ingresantes, muy predispuestos a la lucha callejera. Otro grupo de aspirantes, por cierto numeroso, era propenso a posiciones más moderadas. Por ejemplo, en una oportunidad el activismo esperó más de media hora la llegada de los ingresantes para tomar un edificio de la UNLP, pero salvo un pequeño grupo el resto nunca llegó, frustrándose la iniciativa. Teniendo este panorama se pusieron en práctica piquetes de militantes para boicotear los exámenes de ingreso; sin embargo, casi la mitad de los ingresantes intentó eludirlos concurriendo a los horarios alternativos que ponían en funcionamiento las autoridades. Otros ejes importantes de movilización fueron la lucha contra los secuestros, las torturas, la libertad de los presos políticos y por un mayor presupuesto universitario. Esta última cuestión explotó en el mes de Junio cuando los estudiantes paralizaron todos las unidades académicas volcándose a las calles en apoyo de un millar de alumnos que ocupó, el 23, la Facultad de Medicina y libraba importantes choques con la policía en la zona del Bosque. Cuando se expandió, en horas de la tarde, la noticia de la existencia de detenidos, los estudiantes de Veterinaria ocuparon su Facultad. En pocos minutos la policía rodeó ambas Facultades, cuyos edificios eran linderos, quedando en su interior unos 2.500 estudiantes; poco después, lanzaron no menos de 2.000 gases lacrimógenos al interior que eran respondidos con piedras, en especial desde el techo de Medicina desde donde con dos molotov incendiaron un patrullero. Para romper el cerco policial, pequeños grupos de estudiantes abandonaron los edificios por los jardines ocultándose en la frondosa vegetación para atacar por sorpresa a la policía desde su retaguardia, mientras los alumnos de la Facultad de Ciencias Exactas, a 20 cuadras de allí, abrieron un frente con el mismo objetivo a partir de actos relámpagos con barricadas que empezaron en calle 1 entre 46 y 47; luego de surtirse de elementos contundentes de una obra una en construcción regresaron a la Facultad apedreando varios focos de alumbrado público y levantando otra barricada en 47 y 115 que ocupó el ancho de la cuadra utilizando troncos que prendieron fuego. Una vez dentro de la Facultad la policía tiró gases lacrimógenos. Inmediatamente, las estudiantes de Humanidades tomaron el rectorado, donde no había ningún funcionario, pidiendo que se termine con el cerco de Veterinaria y Medicina. Esta lucha en relación a la cuestión presupuestaria había abierto una aguda disputa teórica; el peronismo se oponía al planteo presupuestario, entendiendo que era hacer "reformismo" y ayudaba al gobierno, con poco dinero, a prestigiarse y solucionar problemas. En su contra se alineaba, entre otras agrupaciones, la FULP, TAREA (Juventud Socialista de Avanzada) y FAUDI, quienes argumentaban que el problema del déficit presupuestario de la universidad no podía ser solucionado por el gobierno sin modificar toda la distribución de los fondos públicos, cosa que escapaba a sus intenciones y posibilidades, lo que se otorgaba un carácter progresivo a la reivindicación. Lo cierto fue que la lucha por mayor presupuesto se extendió hasta fin de mes cuando se sumaron los estudiantes de la UTN y de la Universidad Católica local que fue ocupada. La magnitud de los hechos hizo que las autoridades de la UNLP suspendieran las clases y adelanten las vacaciones de invierno con el fin de paliar los reclamos. La réplica estudiantil fue la masiva ocupación de Facultades junto con trabajadores no docentes que hacían reclamos salariales y escalafonarios; al agregarse el alumnado de los establecimientos secundarios dependientes de la Universidad éstos también fueron cerrados como la UTN por miedo a la expansión de los incidentes.
No obstante varios momentos de alta confrontación, en la segunda parte del año en gran medida por el protagonismo de los secundarios, el total de acciones de masas del año fue de 97, un número sensiblemente menor al año anterior. En octubre empezaron las elecciones de autoridades para los centros de estudiantes que monopolizaron gran parte de la actividad del movimiento estudiantil. En Medicina se impuso el MOR con 695 votos, seguido por FAUDI con 610, FM logró 207 y AUN 55. En Derecho ganó FM con 525 votos, en segundo lugar quedó el MNR con 226, luego el MOR con 43 y en último lugar FADIU con 42. En Ciencias Exactas ganó una alianza entre Socialcristianos y FM con 552 votos contra 335 del MOR. En Veterinaria el primer lugar fue para el Frente de Izquierda con 312 contra una agrupación peronista que, rompiendo la tradición de no participar en estos eventos, sumó 256 sufragios. En Ingeniería triunfó la Lista Independiente con 1007 votos, seguida por FAUDI con 192, FM con 144, la Juventud Socialista con 125 y el MOR con 49. En Ciencias Económicas ganó FM con 431 votos, secundada por FAUDI con 349, el MOR con 120 y la Juventud Socialista con 52. En Agronomía FM obtuvo 496 votos contra 215 de AUN. En Humanidades ganó la FAUDI con 300 votos, seguida por el MOR con 181 y FM que logró 180. En Periodismo se impuso FM con 40 votos y en Odontología ganó una Lista Unica/FM con 456 votos. Así la FM se transformó en la agrupación con más adhesiones en la UNLP; en segundo lugar quedó la FAUDI seguida por el MOR.
-VIII-
En los inicios de 1973 la actividad del movimiento estudiantil de esta ciudad fue prácticamente nula, salvo la de aquellos destacamentos abocados a tareas electorales. A medida que se acercaba la fecha de asunción de Héctor J.Cámpora como presidente de la Nación, los temas más convocantes fueron la situación de los presos políticos y los intentos "continuistas". Cuando finalmente asumió el nuevo gobierno y los presos políticos ganaron su libertad ,"devotazo" mediante, la lucha se concentró casi exclusivamente, en el enfrentamiento del continuismo a partir de la ocupación, el 28 de mayo, de las dependencias de la UNLP por iniciativa de la FURN y de FAEP. Si bien la toma concluyó cuando asumió, el 31, Rodolfo Agoglia como rector-interventor, lejos de aplacarse, la lucha recrudeció con más vehemencia. Tanto las autoridades como profesores ligados a la dictadura fueron expulsados por el movimiento estudiantil, siendo este proceso especialmente intenso en el Departamento de Música, en Odontología, en el Instituto Superior de Investigaciones de Físico-Química, en Educación Física, Filosofía, Ciencias de la Educación, la Escuela de Bellas Artes, la Facultad de Química y Farmacia, en Derecho, Veterinaria y los colegios secundarios dependientes de la UNLP. En muchas de estas dependencias se formaron comisiones de estudiantes, docentes y no docentes que asumieron el control de los establecimiento hasta lograr autoridades acordes a sus aspiraciones, en medio de álgidas controversias entre peronistas y reformistas sobre el modelo de universidad a construir en la nueva etapa que se abría.
-IX-
Para finalizar haré algunas consideraciones de carácter general. Delinear el proceso de desarrollo del movimiento estudiantil platense en el período de referencia excede, como es obvio, la presente exposición. En efecto, la riqueza del mismo transforma en una tarea muy difícil su síntesis de allí que con estas líneas no pretendo más que brindar un panorama de carácter muy general, dejando de lado muchos aspectos de gran centralidad. Por ello, además de ofrecer una contabilidad de las acciones de masas, he puesto énfasis en la descripción de algunas para dar cuenta del avance cualitativo que significaron en términos de organización y radicalidad. Más allá de otras precisiones posibles, voy a poner atención, muy brevemente, en las jornadas de lucha de julio y del 14 de octubre de 1971 ya que en aquella época se transformaron en un paradigma. Por un lado, en lo que refiere a la unidad obrero-estudiantil por la convergencia del comité de huelga de los obreros de la Petroquímica Sudamericana con los estudiantes en la acción directa de masas. Por otro, debido a la forma que asumió la lucha callejera con, por ejemplo, la combinación del uso de barricas con grupos que operaban desde los techos y por la retaguardia de las fuerzas policiales. En efecto, por este último aspecto estas confrontaciones se tomaron como referencia obligada al entenderse que constituían un avanzado ejercicio de "guerrillas móviles" contra los férreos dispositivos de seguridad que instalaron las fuerzas armadas del régimen, que incluyeron controles en los accesos de la ciudad, patrullajes terrestres y aéreos, cierre de la zona céntrica al tránsito vehicular y la movilización del Ejército.
Por último, en relación a la contabilidad de las acciones de masas, quiero volver a destacar que durante 1972 disminuyeron con respecto al año anterior (141 en el '71 y 97 durante el '72) revirtiéndose una línea ascendente. Seguramente, entre otros aspectos, este retraimiento se relaciona con el impacto que tuvo en Gran Acuerdo Nacional y su salida electoral sobre la fuerza popular que se empezó a constituir desde el '69, cuestión que no fue abordada en la presente ponencia, pero que ocupó un lugar muy importante entre los temas ideológicos y políticos del movimiento estudiantil platense en aquellos años.
- En las últimas elecciones los Reformistas Auténticos (que dominaban la FULP que no integraba la FUA) habían sumado 5.300 votos; el segundo lugar fue ocupado por los Comunistas y Marxistas Independientes (ambos reformistas, fuertes en Ciencias Naturales, Humanidades, Bellas Artes y Medicina) con 3.600. Le siguieron los Independientes (triunfantes en la Facultad de Derecho y con importante influencia en Medicina) con 1.600; Social Cristianos (fuertes en Veterinaria, Agronomía y con cierta peso en Ingeniería) con 950 y finalmente los sectores que genéricamente podríamos presentar como trotskistas (también reformistas) con 450 votos. En Arquitectura se destacaba la presencia de una fracción peronista y otra ligada al PRT.
- En tal sentido, por ejemplo, la Agrupación Unión Universitaria de Derecho señalaba que "los falsos apoliticismos, así como la bandera del puro gremialismo encubren nefastos intereses". Ahora bien, no obstante el avance, la resistencia a la politización continuo siendo alta. En esta línea, la Lista Impulso de Humanidades decía: "No cabe en este momento otra alternativa que optar por una línea realmente gremialista, para derrotar a los grupos marxistas que hacen de su parcialismo político el principal motivo de la militancia".
- La FULP, FM y la mayoría de los centros de estudiantes, con el fin de garantizar y profundizar las medidas dispuestas, promovieron los debates por curso y ocupaciones simbólicas, asambleas y actos por facultad, donde se recordó a los estudiantes caídos el año anterior. En la Facultad de Ciencias Naturales y Museo se constituyó, impulsado por el centro, un cuerpo de delegados estructurado en base a comisiones por carrera y delegados de curso "a fin de evitar la ya tradicional verticalidad de los organismos de masas"; en poco tiempo, debido a su gran capacidad de movilización, logró imponer varias reivindicaciones al Decano.
- La FULP informó a la prensa que "en consideración de la acefalía planteada en la Universidad y por expreso mandato de una asamblea estudiantil ha asumido la presidencia de la misma el Ingeniero Carlos S.Bianchi, que como primera medida dispuso la anulación de la ley universitaria y la exhoneración de todos los decanos". Agregaron que el nombrado permanecería en las funciones asumidas, bajo la custodia estudiantil.
- La FULP y FM daban a conocer su lectura de los hechos atribuyendo el origen de los disturbios a "una maniobra orquestada por las autoridades para romper la creciente unidad que se viene gestando con los obreros de Petroquímica actualmente en huelga", proponiendo como metodología "discutir en cada una de las Facultades y el comedor los pasos a seguir conjuntamente con los obreros en conflicto".
- Recordamos que la FURN era la fuerza peronista estudiantil con mayor adhesión y se mantenía alejado de la estructura orgánica de la FULP y de los centros de estudiantes. Por esta etapa sufrió varias divisiones, fundamentalmente por su aceptación de la conducción de Paladino, según ellos un instrumento táctico de la estrategia de Perón que califican de revolucionaria, alineamiento que, por otra parte, no le impedía reivindicar públicamente el accionar de Montoneros. Esta ambigüedad era la que explicaba la separación de un importante grupo que fundó el Frente de Agrupaciones Eva Perón (FAEP) denunciando a la FURN de tener una "actitud inconsecuente y traidora". En octubre se constituyó la Fuerza Universitaria Nacional (FUN) y una cuarta expresión del peronismo en la UNLP era la CNU.
- El plan "continuista", avalado por algunos sectores del PJ, refería a la reactivación de la Ley Universitaria de la dictadura (Ley 17.245), que indicaba que los profesores designarían sus representantes para integrar los Consejos Académicos Universitarios. De esta manera, el nuevo gobierno electo encontraría los equipos de conducción universitaria ya constituidos y funcionando. Para plasmar el proyecto, sobre el final del año 72 y principios del 73, se realizaron masiva y fraudulentamente concursos de profesores. Todo esto acompañado de una política aperturista que buscaba el aval del alumnado, en especial, de la llamada "mayoría silenciosa" para legitimar la maniobra.
- También fue interesante el proceso que se vivió en la Universidad Católica. A modo de ilustración, es destacable la situación que se originó en la Facultad de Arquitectura, cuando un 40 % de sus alumnos, según lo resuelto por asamblea, emigraron a la Universidad estatal por entender que allí no se enseña una Arquitectura al servicio del pueblo, sino al servicio de las clases dominantes, además de haber recibido como alumnos a los miembros de la CNU implicados en el asesinato de Silvia Filler.
- En este sentido, véase la nota titulada "Temas insurreccionales: La experiencia platense" publicada en "Nueva Hora". Organo del Partido Comunista Revolucionario de la Argentina. Primera quincena de abril de 1972. Nro.88
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